Los especialistas coinciden en que debemos limpiar nuestro coche cada 15 días bajo factores normales de polvo y humedad. Pero hay que tener en cuenta muchas otras variables para mantener nuestro medio de transporte diario en condiciones mínimas de salubridad e higiene al igual que lo hacemos en nuestro hogar.

  • Uso del vehículo. Un uso cotidiano generará, evidentemente, una exposición mayor a agentes como suciedad, polvo, lodo, etc. Sin embargo, aunque un auto no se utilice, se ensucia y es importante limpiarlo.
  • Color del auto. Los vehículos de tonalidades oscuras (negro) hacen más evidente el polvo y las manchas, por lo que podría implicar una mayor frecuencia de lavado.
  • Agentes corrosivos del entorno. La savia de los árboles o el excremento de pájaro pueden producir daños en la pintura, además de que removerlos requiere mayor esfuerzo.
  • Zonas con alta concentración de sal. Si vives en la costa, es probable que existan altos niveles de sal y humedad, dos elementos corrosivos para la pintura. En ese caso se recomienda lavar el vehículo con mayor frecuencia.

Por admin